El sacerdote Jamie J. Gigantiello, que supervisaba una parroquia en el barrio neoyorquino de Williamsburg, fue relevado de sus funciones administrativas después de permitir la filmación del videoclip “Feather” de la cantante Sabrina Carpenter.
En el vídeo, Carpenter se pone en el papel de una viuda negra que se venga de sus acosadores llevándoles por el camino de la muerte. Cuando uno de sus pretendientes fotografía su trasero sin permiso dentro de un ascensor, Carpenter se encarga de que termine ahorcado. A continuación, Carpenter entra en la iglesia, donde enfundada en unas medias negras, baila rodeada de ataúdes.
Gigantiello reconoció haber permitido el rodaje del videoclip, pero aseguró que ni él ni el personal “estaban al tanto de que algo provocador estaba ocurriendo en la iglesia”.
La Diócesis de Brooklyn expresó su “consternación” por el vídeo y señaló que Gigantiello no siguió el protocolo adecuado para filmar en iglesias, “lo que incluye una revisión de las escenas y el guión”. Gigantiello pidió disculpas a los feligreses, “siguiendo el ejemplo de Jesucristo”.